Hoy les traigo una receta extraña, no por los ingredientes, sino por la historia. Son unos GNUDIS o RAVIOLI DESNUDOS, y qué son los gnudis, es el relleno de un raviol, pero sin la masa que lo envuelve, entonces quedaría desnudo; lo que comemos es sólo el relleno, lo que no entiendo es si fue una creación realizada por un genio o una tontería de algún descuidado, jajaja!!
Para realizar este plato necesitaremos: batatas, huevo, queso rallado, harina, sal y pimienta. Y para el pesto, que aviso que no es el tradicional, usaremos: ajo, provenzal, maní, queso crema (para que quede más cremoso) y aceite, como tenía aceite de maní, lo aproveché.
EL primer paso es pelar y cortar las batatas y ponerlas a cocinar desde agua fría con sal y aceite, hasta que hierva y se cocinen.
Mientras se cocinan las batatas, hacemos el pesto, es muy sencillo y no tiene ningún secreto. Ponemos todos los ingredientes en una procesadora o vaso de mixer y lo mezclamos hasta que quede con una consistencia cremosa, que no quede totalmente papilla, sino con pedazos, tanto de maní como de ajo.
Cuando las batatas están cocidas, las sacamos y hacemos puré.
Le agregamos los ingredientes, primero la harina y el queso y lo mezclamos, luego le agregamos el huevo y revolvemos muy bien.
Tiene que quedar con una consistencia pegajosa, entonces controlamos la cantidad de harina, si quedó muy líquida le ponemos más.
Ahora viene la parte manual, con ayuda de una cuchara o si prefiere con las manos, hacemos bollitos de forma irregular y los ponemos en un plato enharinado.
Calentamos una cacerola con mucha agua y los ponemos separados y los dejamos cocinar hasta que empiecen a subir, cuando suben ya están cocinados
Los pasamos a una sartén y los salseamos con el pesto cremoso, hasta que los gnudis se embeban en la salsa.
Los emplatamos y a disfrutar de un plato liviano pero con un toque de sabor con el pesto.
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