A principios de la década del 80, me mudé a mi casa actual, para
ese entonces tenía 5 años; en la casa de al lado al fondo había otro nene y a
los pocos días de haberme instalado en mi nueva casa me dirigí a la casa de
este desconocido, toqué timbre y cuando apareció le dije " HOLA, SOY NOEL, ¿QUERÉS SER MI AMIGO?". Después de esa frase, con la que demostraba mi inocencia y caradurez,
comenzó LA AMISTAD CON MARTÍN. A los pocos años, en la casa que estaba entre ambos
desembarcó MARCOS con su familia y a los pocos días ya éramos amigos los tres. Por más
que la adultez nos puso distancias (ya no jugamos todos los días) nuestro
cariño no disminuyó ni un poco; entonces siempre que nos cruzamos, salen horas
de anécdotas, pero nos debíamos una cena "especial" los 3 juntos.
Como Marcos es un fiel seguidor
del blog, le prometí que los iba a invitar a comer a alguno de los lugares de
los posts. El pasado lunes fue el cumple de Marcos, entonces fue la excusa perfecta
para llevar a cabo mi promesa, me comuniqué tanto con él, como con Martín y
coordinamos para el jueves.
Para los seguidores del blog, será
fácil adivinar donde nos reunimos para una cena especial...... EN LAS BARCAS,
obvio, jajaja.
Llegamos temprano, nos ubican
en una mesa de 3 y entre chistes y fotos empezamos con los pedidos.
Marcos pidió
RISOTTO DE MAR, era un plato bastante abundante, donde se veía que no
escatimaron en la cantidad de mariscos, no sé qué mariscos tenia, pero
langostinos seguro, y uno gigante coronando el plato; lo más importante es que
le gustó mucho.
La sorpresa vino del lado de
Martín, ya que él es siempre muy clásico con las comidas, pero, conmigo no
tiene opción, siempre prueba cosas nuevas, esta vez pidió RAVIOLES VERDES CON
SALSA DE NUEZ, que según él, eran pocos, jajaja!! Como en mi cumpleaños pidió
un bife y era gigante, supuso que todos los platos eran abundantes, pero acá,
priorizan la calidad antes que la cantidad. Igual, terminó conforme.
Yo me fui por un plato
repetido, LOS TORTELLONIS NEGROS RELLENOS DE SALMÓN CON SALSA DE AZAFRÁN, una porción
adecuada, con la pasta al dente y con mucho relleno, la salsa al ser suave, no
le quitaba protagonismo a los tortellonis, era un balance justo entre pasta y
salsa.
Después vinieron los postres: en este caso, me sorprendió nuevamente Martín, ya que pidió una CHOCOTORTA CON
GANACHE DE CHOCOLATE.
Marcos fue más clásico: MACEDONIA CON HELADO DE AMERICANA.
Y yo me incliné por un
CHOCOLATE FACTORY: es un postre de mousse de chocolate blanco y chocolate
amargo.
Fue una velada increíble,
recordando viejos y no tan viejos tiempos, hablando de todo: de deportes, de política,
películas, criticando a las nuevas generaciones como hacen todos los viejos decrépitos
cuando se juntan, jajaja!! Recién nos dimos cuenta del tiempo que pasó,
cuando vimos que se habían ido todos del restaurante, se nos pasó la hora volando, señal de que lo pasamos bárbaro.
Muchas gracias Noel!!! Como si hubieran pasado 30 segundos en lugar de mas de 30 años desde que eramos chicos.
ResponderBorrarLO MISMO SENTI YO!!! que la distancia que puso la "madurez" se derrumba en esas charlas eternas. VOLVIMOS A SER AQUELLOS!!!
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